sábado, 21 de agosto de 2010

¿El diluvio universal podría volver a ser obra de dios?

En el Libro de Enoc, se muestra que la historia del diluvio no solo fue un castigo hacia los hombres que obraron mal; sino principalmente en contra de un grupo de ángeles llamados vigilantes, y los hijos gigantes de estos llamados nefilim. Estos seres según estos textos habrían sido los causantes de un gran daño y desequilibrio entre los hombres, por lo cual Dios habría decidido castigarlos y limpiar la tierra del mal producido por ellos; mandando el diluvio.
Este texto ha sido sacado al azar, ya que el tema de hoy es si el hombre actual podría provocar otro diluvio universal.
Como ya sabemos, creemos en que dichos ángeles de los textos antiguos, realmente eran seres de carne, hueso y alas, que vinieron de otro planeta e intervinieron en nuestra creación. Entre otras cosas, cronstruyeron las pirámides de Giza, donde según nuestra teoría podemos comprobar que tenían los conocimientos suficiente para monitorizar los campos magnéticos de la tierra y mandar dichos datos a su planeta de origen. Es decir, a nivel científico podemos hablar de cosas muy parecidas a las que suceden en la actualidad.

Hoy toca preguntarnos, si el hombre actual podría generar otro diluvio universal.

Logicamente la primera respuesta es que estamos locos, que somos unos magufos y que somos unos ingenuos, pero valdeandemagico siempre dice que era ingenuo cuando con 9 años vío como el hombre pisaba la luna y estuvo 40 años creyendo en esas imágenes, hasta que al final descubrió que había sido todo mentira, que dichas imágenes habían sido rodadas en la tierra y todo el planeta había sido engañado. Ese día pasé a ser un magufo.
Pues si, hoy toca hablar del HAARP, para luego, una vez entendido, volver a hacernos la misma pregunta de si el hombre actual, es decir el presidente de EEUU, el dios actual, podría dar la orden de provocar un diluvio universal.

Veamos lo que comenta david_kether:

Cuando Hugo Chavez acusó a EE.UU de causar el terremoto de Haití diciendo "los Estados Unidos han avanzado enormemente el estado de sus armas de terremotos y ahora emplea dispositivos que usan una tecnología de Pulso, Plasma y Sónico Electromagnético Tesla junto con bombas de ondas de choque para causar catástrofes", nadie le prestó demasiada atención. Sin embargo, una nueva generación de sofisticadas "armas no letales" carece de prensa y pasa inadvertida en un mundo globalizado.

Según la investigación que realizó 24CON, tanto los estadounidenses como los rusos han desarrollado la capacidad de manipular el clima del mundo.

En los EE.UU. la tecnología está siendo perfeccionada bajo el High-frequency Active Aural Research Program (HAARP) [Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia] como parte de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) (llamada "Star Wars"). La evidencia científica reciente sugiere que el HAARP está en funcionamiento y que tiene la capacidad potencial de desencadenar inundaciones, sequías, huracanes y terremotos. Desde un punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva. Potencialmente, constituye un instrumento de conquista capaz de desestabilizar selectivamente los sistemas agrícolas y ecológicos de regiones enteras.

Aunque no hay evidencia de que se haya utilizado esta mortífera tecnología, es seguro que las Naciones Unidas debieran considerar el tema de la "guerra ambiental" junto los impactos climáticos de los gases de efecto invernadero en referencia al renombrado "Cambio Climático".

La atmosfera en toda su extensión esta constituida por distintas capas, las cuales cada una cuenta con distintas particularidades y elementos. La etapa más fría y casi al final de la atmosfera es la ionósfera. Esta etapa en particular es la encargada de disminuir el impacto de la radiación solar contra la superficie terrestre ya que al encontrarse ionizada revota las radiaciones hacia el exterior del planeta. Sin embargo hacia el interior produce el mismo efecto.

Las radios de onda corta utilizan este efecto rebote de la ionósfera para poder transmitir y enviar sus señales más allá del horizonte utilizando esta capa de la atmosfera como espejo. Sin embargo especialistas y científicos afirman que estas capacidades pueden ser utilizadas para la destrucción.
[HAARP]
Terremotos como el de Haití, sequias o inundaciones como las que atraviesa gran parte de Latinoamérica podrían no ser naturales y provocadas por un tipo especial de arma la cual su versión norteamericana estaría encubierta bajo los estudios HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) basado en Gokoma, Alaska y administrado conjuntamente por la Fuerza Aérea de y la Marina de Estados Unidos.

HAARP, según el sitio oficial de la investigación (www.haarp.alaska.edu) es una experiencia científica para estudiar las propiedades y el comportamiento de la ionosfera, con los fines de poder utilizarla para mejorar las comunicaciones y los sistemas de vigilancia, tanto para fines civiles como militares.

Se trata de 180 antenas no orientables organizadas en 15 columnas de 12 unidades cada una que pueden disparar ondas de alta frecuencia contra la atmosfera en un rango de 2,8 y 10 MHz que logran cambiar la estructura ionizada del cielo y rebotar dando la información necesaria a los científicos.

Sin embargo los detractores del experimento afirman que por medio de distintas ondas magnéticas y de baja frecuencias se podría manipular el clima como si se tratara de un arma de destrucción masiva. El científico norteamericano Dr. Nicholas Begich, quien participa activamente en la campaña pública contra el HAARP, describe a este sistema como “una tecnología altamente poderosa de emisión de haces de ondas radiales que eleva zonas de la ionosfera concentrando un haz y calentando esas zonas. Entonces las ondas electromagnéticas rebotan hacia la tierra y arrasan con todo, vivo o muerto." La doctora Rosalie Bertell describe el HAARP como "un calentador gigante que puede causar importantes alteraciones a la ionosfera, al crear no solamente agujeros, sino también grandes incisiones en la capa protectora que impide que las radiaciones mortales bombardeen el planeta".

El investigador argentino Gustavo Fernández explicó a 24CON que los fines del proyecto HAARP pueden ser duales, "un misil lo podes emplear con fines pacíficos, poniendo un satélite, pero si le pones una carga explosiva, el mismo misil lo usas para dañar a una nación enemiga. El Haarp seguramente sirva para estudios científicos sobre la ionósfera pero al menos potencialmente podría aplicarse con fines bélicos".


[HAARP]

"En el 99 el parlamento europeo planteó su preocupación sobre el uso militar de la tecnología HAARP, planteando que está diseñado para estudiar la ionósfera. La bombardean con un potente radiotransmisor y ven los resultados emergentes. Es una acción activa, no una observación pasiva, implica una agresión al medio ambiente. En el 2002 la Duma, el parlamento ruso, también debatió sobre la preocupación sobre las implicancias militares del proyecto. Además hay rumores sobre un HAARP ruso lo que abona la teoría del uso bélico, Rusia estaría buscando el equilibrio de fuerzas. Es como el paso de las armas de corte y punta a armas de fuego, la evolución esta entrando en lo climatológico y tectónico" explicó el investigador quien dirige la revista digital "Al Filo de la Realidad" (www.alfilodelarealidad.com.ar) y lleva editados 18 libros sobre sus estudios científicos y paranormales.

Fernández recuerda que durante las inundaciones que sufrió la Ciudad de Santa Fe en el año 2003 "viajó una misión de observadores de Estados Unidos a la zona de la inundación para dar ayuda al gobierno provincial, pero no eran de una agencia climatológica o de defensa civil sino del Pentágono. ¿Desde cuando el Pentágono participa en misiones humanitarias?" finalizó el investigador dejando entrever la posibilidad de que las inundaciones podrían haber sido propiciadas desde zonas extremadamente lejanas utilizando parte de la atmosfera como canal conductor.


A este tipo de hipótesis se suman los registros de luces y fenómenos meteorológicos extraños que antecedieron a los terremotos de Haití, de China e Irán. Estos fenómenos muchas veces se presentan como raras auroras boreales u hondonadas en las nubes, como la que apareció en los cielos de Moscú y Rumania en octubre del año pasado.

Según Wikipedia:
La Estación HAARP se encuentra cerca de Gakona, Alaska (lat. 62°23'36" N, long 145°08'03" W), al oeste del Parque Nacional Wrangell-San Elías. Tras realizar un informe sobre el impacto ambiental, se permitió establecer allí una red de 180 antenas. La estación se construyó en el mismo lugar donde se encontraban unas instalaciones de radar sobre el horizonte, las cuales albergan ahora el centro de control de la estación, una cocina y varias oficinas. Otras estructuras más pequeñas albergan diversos instrumentos.

El principal componente de HAARP es el Ionospheric Research Instrument (IRI), un calentador ionosférico. Se trata de un sistema transmisor de alta frecuencia (HF) utilizado para modificar temporalmente la ionosfera. El estudio de estos datos aporta información importante para entender los procesos naturales que se producen en ella.

Durante la investigación ionosférica, la señal generada por el transmisor se envía al campo de antenas, que la transmiten hacia el cielo. A una altitud entre 100 y 350 km, dicha señal se absorbe parcialmente, concentrándose en un volumen de unos cientos de metros de altura y varias decenas de kilómetros de diámetro. La intensidad de la señal de alta frecuencia en la ionosfera es de menos de 3 µW/cm2, decenas de miles de veces más pequeña que la radiación electromagnética natural que llega a la Tierra procedente del Sol, y cientos de veces menor que las alteraciones aleatorias de la energía ultravioleta (UV) que mantiene la ionosfera. Sin embargo, los efectos producidos por el IRI pueden observarse con los instrumentos científicos de las instalaciones antes mencionadas, y la información que se obtiene es útil para entender la dinámica del plasma y los procesos de interacción entre la Tierra y el Sol.

El primer IRI de la estación tenía 18 antenas, organizadas en tres filas de seis antenas cada una. Esta instalación inicial demandaba 360 kW de potencia, y transmitía la energía suficiente para las pruebas ionosféricas más básicas. En 1993 se aumentó el número de antenas a 48, ordenadas en seis filas de ocho antenas cada una, con una potencia de 960 kW. El IRI actual terminó de construirse en 2007, y consta de 180 antenas, organizadas en 15 columnas de 12 unidades cada una. Proveen una ganancia máxima teórica de 31 dB. Requieren una alimentación total de 3,6 MW. La energía irradiada es de 3981 MW (96 dBW).

El IRI actual puede transmitir en un rango de frecuencias entre 2,8 y 10 MHz. Este rango está por encima de las emisiones de radio AM y por debajo de las frecuencias libres. No obstante, HAARP tiene permisos para que el IRI transmita únicamente en ciertas frecuencias de su rango. Cuando está transmitiendo, el ancho de banda de la señal transmitida es de 100 kHz o menos. Puede transmitir de forma continua o en pulsos de 100 microsegundos. La transmisión continua es útil para la modificación ionosférica, mientras que la de pulsos sirve para usar la instalación como un radar. Los científicos pueden hacer experimentos utilizando ambos métodos, modificando la ionosfera durante un tiempo predeterminado y luego midiendo la atenuación de los efectos con las transmisiones de pulsos.

Potencial como arma
El programa HAARP fue objeto de controversia a mediados de los años 1990, debido a la suposición de que las antenas de la Estación podían usarse como armamento. En agosto de 2002, la tecnología HAARP tuvo una mención como tema crítico en la Duma (parlamento) de Rusia. La Duma elaboró un comunicado de prensa sobre el programa HAARP, escrito por los comités de defensa y asuntos internacionales, firmado por 90 representantes y presentado al entonces presidente Vladimir Putin. El comunicado de prensa indicaba lo siguiente:

"Los Estados Unidos están creando nuevas armas integrales de carácter geofísico que puede influir en la tropósfera con ondas de radio de baja frecuencia... La importancia de este salto cualitativo es comparable a la transición de las armas blancas a las armas de fuego, o de las armas convencionales a las armas nucleares. Este nuevo tipo de armas difiere de las de cualquier otro tipo conocido en que la tropósfera y sus componentes se convierten en objetos sobre los cuales se puede influir".

El Parlamento Europeo, por su parte, en una resolución de 28 de enero de 1999 sobre medio ambiente, seguridad y política exterior (A4-0005/1999),[9] señalaba que debido a los potenciales efectos de las actividades realizadas por el proyecto HAARP, éstas eran de trascendencia de envergadura mundial, por lo que solicita que sea objeto de una evaluación por parte de STOA en lo que se refería a sus repercusiones sobre el medio ambiente local y mundial y sobre la salud pública en general. En esa misma resolución del Parlamento Europeo, se pedía que se celebrara una convención internacional para la prohibición mundial de cualquier tipo de desarrollo y despliegue de armas que puedan permitir cualquier forma de manipulación de seres humanos.

En agosto de 2010, varios físicos rusos acusaron a EEUU de estar tras la intensa ola de calor rusa que originó numerosos incendios y duplicó la mortalidad. Afirmaban que el proyecto HAARP no es solo un medio de investigación, sino una potente arma que modifica el campo eléctrico y provoca cambios climáticos a nivel mundial


[Wardenclyffe-tower]
La torre Wardenclyffe construida en Nueva York
No obstante la tecnología para transmitir energía a través de la ionosfera no es nueva, a comienzos del siglo XX Nikola Tesla, un científico austrohúngaro que desarrolló la mayoría de sus experimentos en Estados Unidos, logro por medio de ondas magnéticas de alta frecuencia alimentar con energía eléctrica 200 bombitas ubicadas a 40 kilómetros de distancia de la emisora sin necesidad de cables, valiéndose solo de la atmosfera como conductor. Tesla, inventor de la energía alterna, la radiocomunicación sin hilos (aunque popularmente se le atribuya a Marconi) y la transmisión de electricidad por magnetismo, construyó en 1908 una torre de 60 metros con el fin de enviar energía y electricidad a través de la Ionosfera, al igual que cien años después lo hace el HAARP. La torre de Tesla, la torre Wardenclyffe, nunca fue terminada ni operó con todo su potencial pero en pruebas experimentales logró encender las lámparas sin ningún inconveniente. Además su invención fue relacionada con el fenómeno de Tunguska, una misteriosa explosión de energía en la Siberia rusa calculada en 15 megatones.

Armas secretas o simples paranoias sobre experimentos científicos, según los especialistas el futuro estará marcado por armas invisibles e insonoras y con una capacidad destructiva a largo plazo que podrían dejar obsoletas a las armas nucleares, o en el mejor de los casos, descubrimientos que podrían revolucionar la forma en que el mundo hoy se comunica descolgando del cielo a los satélites de comunicaciones.
informe europeo


1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

talentoso como siempre muy interesante la noticia. USA es el pais dios del mundo y ya veremos que pasa en el futuro.

26 de agosto de 2010, 15:33  

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