jueves, 24 de septiembre de 2009

El arca de la Alianza era un generador de electrones del sarcofago de la pirámide de Keops

Seguimos desgranando nuestra teoría de que el complejo de pirámides de Giza, era un centro recolector de datos físicos de la tierra, para monitorizar su habitabilidad, y que mandaba al espacio.


Ya hemos visto como:


.- los conductos de ventilación de la cámara del Rey, eran las guías de onda de salida.


.- Los 5 bloques de mármol, era el estabilizador de frecuencia de cuarzo.


.-El sarcófago, y la cámara, eran las cavidades resonantes.



.-La cámara del caos, era la sonda detectora de los campos magnéticos terrestres.

.- Los conductos, acabados en trampilla, de la cámara de la reina, podrían servir para medir las variaciones de temperatura de la superficie de la pirámide...



Para que toda esta estación transmisora funcione, y basándonos en que en la actualidad realizamos esa función con Klystrons, nos falta el generador de electrones. Pues bien, con una simple mirada en los grandes misterios, hay uno que encajaría perfectamente como generador de electrones, y nos referimos al arca de la Alianza.



Sabemos que las medidas del arca de la alianza, encajarían perfectamente dentro del sarcófago de la pirámide, también sabemos que la primera que vez oímos hablar de ella, es en el monde Sinai, es decir cuando los hebreos huían de Egipto (adjuntamos el plano de la ruta del éxodo), también sabemos que cuando se construyó el templo de Salomón, y se hizo la cámara, se buscaron las medidas de la cámara del Rey... En fin, todo esto nos llevaría a pensar que lo que realmente hicieron los judíos, fue robar el aparato generador de electrones del sarcófago de la cámara del Rey de la pirámide de Keops.

No sabemos si lo que iba en el arca de la Alianza, era un condensador o no, pero si es cierto que si dicho condensador, lo metemos en un sarcófago de mármol, el cual genera radioactividad, por el radón que contiene, pues sí que sería capaz de ir cargándose el condensador de radioactividad, hasta que una vez cargado, generase un pulso de salida potente, por lo que tendríamos un klystron trabajando en modo pulso, como los de los militares, por lo que las potencias conseguidas serían mayores.





Veamos un artículo cualquiera de internet, que habla del arca de la Alianza:


"¿Te das cuenta de lo que es el Arca? ¡Es un transmisor! ¡Una radio para hablar con Dios! ¡Y ahora está a mi alcance!", dice Emile Belloq, el arqueólogo francés al servicio de los nazis, a Indiana Jones en En busca del Arca perdida (1981). La idea de que el cofre en el cual Moisés y los suyos guardaban las Tablas de la Ley era una especie de radio es, sin embargo, muy posterior a 1936, año en el que está ambientada la primera aventura cinematográfica del arqueólogo más famoso. La propuso Erich von Däniken en Recuerdos del futuro (1968), libro en el cual defiende que los dioses del pasado eran extraterrestres.
El autor suizo interpretaba literalmente lo dicho por Yahvé a Moisés en el Éxodo sobre el Arca: "Allí me encontraré contigo; desde encima del propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el Arca del Testimonio, te comunicaré todo lo que haya de sordenarte para los israelitas". Antes, Yahvé ha precisado que el cofre ha de medir dos codos y medio (130 centímetros) de largo y un codo y medio (78 centímetros) de ancho y alto, ser de madera de acacia, estar revestido de oro y tener cuatro anillas de oro para los dos varales de madera, forrados también en oro, que servirán para transportarla. La tapa estará coronada por dos querubines de oro macizo cuyas alas se desplegarán sobre la caja.
Fue el antisemita
Robert Charroux quien, en su libro Cien mil años de historia desconocida (1963), popularizó la idea del Arca como "un condensador eléctrico", formulada por primera vez por Maurice Denis-Papin en 1948. Estos autores y otros incluyen en su relato del Éxodo palabras que no existen en el original, como chisporroteos, pero ayudan a ver la reliquia como algo más que un cajón de madera. El Arca del Antiguo Testamento es un objeto mágico, símbolo de la alianza entre el pueblo de Israel y su dios; pero de ahí a considerarla un aparato eléctrico, un equipo de radio o un arma de destrucción masiva -como hace el ufólogo Juan José Benítez- va más que un trecho.
De Jerusalén a Etiopía
Que el Arca de la Alianza fuera un condensador eléctrico choca con su diseño. El artefacto carece de polos positivo y negativo, y, en vez de estar aislado, está recubierto de oro, con lo que dejaría fritos a sus portadores, de los que el meticuloso dios de los judíos no dice en ningún momento que tengan que llevar una vestimenta especial protectora. Que Yahvé necesite una radio para hablar con Moisés, y viceversa, carece de sentido cuando ya han conversado varias veces antes de que se construya el artefacto. Y la caída de las murallas de Jericó, que Benítez atribuye al Arca y cuyas víctimas mortales cifra en más de un millón, es una ficción romántica: Jericó en la época era una pobre aldea sin fortificar.
Según una leyenda -no según la Biblia-, la reliquia habría sido sacada de Jerusalén por un hijo de Salomón y la reina de Saba que la habría llevado a Etiopía.
El patriarca de la Iglesia ortodoxa etíope dice que el artefacto está en su país desde hace siglos y que él lo ha visto, pero no está dispuesto a mostrarlo al mundo. En realidad, como todo el libro del Éxodo es ficción, la búsqueda del Arca de la Alianza está condenada al fracaso. Es la búsqueda de una ilusión.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Yo quiero un poco de esa mierda que tu fumas...

24 de septiembre de 2009, 5:58  

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